
Von Henting, recopila en este libro -al que pone por título la pregunta del niño- veintiséis cartas escritas a su sobrino en las que trata de responder de forma inteligente y certera cuales son los motivos por los que es interesante ir a la escuela, y entre cita los siguientes:
La escuela se convirtió en un lugar en el que pasaban principalmente tres cosas: primero, uno aprende a convivir con personas distintas, incluso extranjeras, aprende a entenderse con ellas y, sobre todo, a no temerlas; en segundo lugar se explican cosas cotidianas...; en tercer lugar, uno tiene a otros que lo escuchan y, a su vez, escucha a los demás.
Esta cita me da pie a comenzar la reflexión sobre mi experiencia de hoy en la escuela. Según Von Henting a la escuela se viene a aprender a convivir con personas distintas a nosotros, el dice incluso extranjeras. En segundo lugar vamos a la escuela a aprender cosas cotidianas (yo añadiría el calificativo útiles) y por último nos reunimos en las aulas para aprender a escuchar y ser escuchado. Recapitulando, la escuela tiene un compromiso con la atención a la diversidad, debe ser transmisora de contenidos útiles y cotidianos y finalmente debe servir de espacio de socialización de los futuros ciudadanos.
Cuando en mitad de la clase de Cono de sexto, esta mañana, "Pepito" y "Manolita" se enzarzaron en una cruenta pelea verbal no pude evitar recordar el texto de Von Henting y reflexionar sobre qué estamos haciendo mal en la Escuela para que medio siglo después de escribir estas letras sigamos teniendo los mismos problemas que en el pasado.
"Pepito", de origen rumano, recién llegado a estas tierras procede de una familia desestructurada, donde el hambre y la pobreza de su país les obligó a emigrar a otras tierras en busca de un mejor futuro. Su madre, dedicada a la profesión más antigua del mundo apenas tiene tiempo para ocuparse de sus dos pequeños. "Manolita" sabedora de esta situación, le interpela, le agrede, le insulta y le ridiculiza atentando contra la virtud de su madre. Este le responde de forma airada continuando una espiral de violencia y descontrol.
Ante esta situación: ¿Dónde queda la utilidad de la Escuela?, ¿Acaso no íbamos a la Escuela a aprender a convivir con las personas que son distintas a nosotros?, ¿Y donde están esos contenidos tan útiles para la vida cotidiana? o ¿Qué pasó con el escuchar y ser escuchado?, ¿En qué lugar quedamos los maestros?
La acción tutorial es clave en estos casos, actuar pronto y de forma contundente puede ayudar a evitar que un desajuste puntual en la convivencia de los alumnos se enquiste y lastre el crecimiento y desarrollo de estos niños. Las familias, ¿Dónde están?, el resto de la comunidad educativa ¿hacia donde mira?
Como docentes tenemos la responsabilidad de saber educar a nuestros alumnos no solo en los contenidos establecidos por el legislador, sino que debemos dotar a nuestros chavales de aquellas herramientas conceptuales, procedimentales y actitudinales que les permitan el día de mañana ser ciudadanos autónomos, libres, críticos y capaces de dirigir su propio destino. Aprender a entender al diferentes, a aceptarle tal cual es, aprender a escuchar, a saber hablar, son aspectos tanto o más importantes que los propios contenidos académicos. Sin todo ello seremos los responsables de transformar la institución escolar en una fábrica de donde salen individuos planos y homogéneos.
Siguiendo las tesis de Meirieu en su obra Frankenstein Educador la educación no puede limitarse a un mero proceso de fabricación, más que un educador, seremos meros fabricantes.
Cuando en mitad de la clase de Cono de sexto, esta mañana, "Pepito" y "Manolita" se enzarzaron en una cruenta pelea verbal no pude evitar recordar el texto de Von Henting y reflexionar sobre qué estamos haciendo mal en la Escuela para que medio siglo después de escribir estas letras sigamos teniendo los mismos problemas que en el pasado.
"Pepito", de origen rumano, recién llegado a estas tierras procede de una familia desestructurada, donde el hambre y la pobreza de su país les obligó a emigrar a otras tierras en busca de un mejor futuro. Su madre, dedicada a la profesión más antigua del mundo apenas tiene tiempo para ocuparse de sus dos pequeños. "Manolita" sabedora de esta situación, le interpela, le agrede, le insulta y le ridiculiza atentando contra la virtud de su madre. Este le responde de forma airada continuando una espiral de violencia y descontrol.
Ante esta situación: ¿Dónde queda la utilidad de la Escuela?, ¿Acaso no íbamos a la Escuela a aprender a convivir con las personas que son distintas a nosotros?, ¿Y donde están esos contenidos tan útiles para la vida cotidiana? o ¿Qué pasó con el escuchar y ser escuchado?, ¿En qué lugar quedamos los maestros?
La acción tutorial es clave en estos casos, actuar pronto y de forma contundente puede ayudar a evitar que un desajuste puntual en la convivencia de los alumnos se enquiste y lastre el crecimiento y desarrollo de estos niños. Las familias, ¿Dónde están?, el resto de la comunidad educativa ¿hacia donde mira?

Siguiendo las tesis de Meirieu en su obra Frankenstein Educador la educación no puede limitarse a un mero proceso de fabricación, más que un educador, seremos meros fabricantes.
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